Hombres frente a frente Un adolescente en busca de aventura se enfrenta con su padre, el persuasivo jefe de un grupo de familia, en este convincente e inquietante relato basado en la vida real del asesino Bruce Johnston. Sean Penn (nominado a un Oscar® por Pena de Muerte) y Christopher Walken (ganador de un Oscar® por Pulp Fiction) son los protagonistas de esa saga sobre una familia de criminales norteamericanos. El delincuente juvenil Brand Whitewood, Jr. (Penn) tiene cierta experiencia en delitos menores, pero quiere dinero, el suficiente para cambiar su aburrida vida y salir de su pueblo en busca de su viejo (Walken). Brad quiere ser como su padre, un experto ladrón conocedor del negocio. El padre de Brad , seductor y siniestro, consigue que su vida delictiva resulte atractiva de una manera extraña e inquietante. Pero, cuando Brad presencia cómo su padre mata a alguien deliberadamente, comprende que, además de verse implicado en algo demasiado grande... puede acabar en un callejón sin salida.
Más allá de la fiesta Una chica muy sociable sufre la mayor faena imaginable: morirse justo la semana de su cumpleaños. Ante su sorpresa, recibe una segunda oportunidad para arreglar todos sus errores en la Tierra retomando el contacto con sus seres queridos y (lo más importante), para demostrar que es digna de entrar en esa gran sala VIP que hay en el cielo.
Un Paso Adelante Tyler Gage (Channing Tatum) ha crecido y pasado toda su vida en los barrios más peligrosos de la ciudad de Baltimore y sabe que es poco probable que alguna vez salga de ahí. Un día, tras un roce con la ley, Tyler es sentenciado a realizar un servicio comunitario en la Escuela de Artes de Maryland. Allí conoce a Nora (Jenna Dewan), una atractiva bailarina que está buscando desesperadamente a alguien que sustituya a su compañero, de baja por accidente, antes de la importantísima Exhibición Senior de la escuela.
The Forgiven Al borde del divorcio, una pareja adinerada, David (Fiennes) y Jo (Chastain), van a una fiesta de fin de semana y por accidente matan a un joven marroquí que vendía fósiles en la carretera. Meten el cuerpo en su coche como si nada y llegan a la fiesta en la mansión cuyos anfitriones son una pareja gay.
Shedding Un gato doméstico aburrido que anhela explorar el mundo exterior escapa de su hogar después de transformarse misteriosamente en un humano.
Cazando salvajes Ricky es un rebelde chico de ciudad de doce años al que no encuentran hogar de acogida para él, salvo una granja en medio de la nada con una pareja; ella encantadora, él, arisco y solitario. Cuando comienza a sentirse a gusto, un problema imprevisto dará pie a una caza humana por el campo neozelandés. Cazando salvajes Critica 196/13(22/10/16) Muy entretenida cinta de aventuras del neozelandés Taika Waititi, cineasta que me ía ganado para su causa con su anterior film “Lo que hacemos en las sombras” (2014), en esta no inventa nada con este relato con ecos a “UP” de Pixar, sobre un viejo cascarrabias que se ve unido a un chico inadaptado, pero todo lo desarrolla con mucho mimo y cariño, pero sin caer en sensiblerías baratas, con unos protagonistas entrañablemente delineados, matizados, una odisea que para el chico será el despertar y para el viejo misántropo será entender que es mejor no estar solo. Waititi (tiene cameo como predicador) hizo la adaptación de la popular novela del también neozelandés Barry Crump "Wild Pork and Watercress" (1986), el realizador hace notorio su origen literario en el modo en que divide el film en episodios, desde el "Capítulo 1 - Un huevo de malo de verdad", hasta el "Epílogo", filtrándola como una fábula con mucho humor, toques dramáticos, aventura, acción, en lo que resulta una encantadora travesía, que cuando acabas te dejará una mueca de sonrisa y disfrute. Gran parte del disfrute es culpa de dos actores en estado de gracia, el chico Julian Dennison y el tremendo y carismático Sam Neill, y entre los dos una chispeante química.Ricky Baker (Julian Dennison), es un chico de 13 años de ciudad, aficionado a la moda “gangsta”, fue abandonado por su madre y ahora es dejado los servicios de bienestar infantil, representados por la marcial Paula (Rachel House) y el manso Andy (Oscar Kightley), con una madre adoptiva Bella (Rima te Wiata) y su marido, el cascarrabias Hec (Sam Neill). Viven en medio de un ambiente rural, en las montañas, rodeados de bosques. Al principio Ricky no se adapta, pero cuando parece estar todo bien ocurre algo inesperado. También tendrá importancia en la historia la hermosa chica maorí Kahu (Tioreore Ngatai-Melbourne) y “Psycho Sam” (Rhys Darby), un paranoico conspiranoide.Un film disfrutable de principio a fin, con un ritmo fluido, con diálogos simpáticos y mordaces, con situaciones que mezclan con equilibrio el humor y la ternura (aunque en algún momento se le va la mano en la caricatura), una trama desenfadada que te habla de temas profundos, de calado sentimental, como la incomprensión e inadaptación social, en este caso de los dos protagonistas (Ricky y Hec), de la marginación que se les hace a los que son diferentes, pero lo hace de forma distendida, sin caer en lo maniqueo o lacrimógeno, aborda la tragedia con naturalidad y mucho sentido positivista, arrojando un halo de esperanza en la raza humana. El guión compone personajes secundarios bien trazados, con personalidad propia, evolucionado con recursos ingeniosos, como el montaje ágil, y transmitiendo un aura deliciosa de melancolía, ello gracias a la gran compenetración que desprenden estos dos conmovedores “fugitivos”, dos personas a la deriva que encuentran su mundo en medio de un supuesto hábitat hostil. Ello estructurado mediante momentos que combinan gags de todo tipo, desde el humor negro, al slapstick, al de equívocos, o al absurdo (sobre todo cuando hace acto de presencia “Psycho Sam”), aderezado con momentos de acción (la espectacular lucha contra el jabalí o la persecución final, con reminiscencias a “Tras el corazón verde y “sobre todo “Thelma & Louise”), con el gran grueso del metraje dedicado a la caza de las fuerzas estatales contra los inadaptados, caza que se convierte en una jocosa farsa, con goteo de personajes bufos fenomenales, como los cazarecompensas, “Psycho Sam”, los swat o el ejército, con el añadido del remanso del despertar a la madurez sexual que supone para Ricky de la hermosa Kuho, en una aparición cuasi-onírica montada a caballo. Una cinta que en su modo de ser realizada tiene ecos al estilo personal del texano Wes Anderson, ello se ve en el cuidado y mimo de las tomas.Sam Neill está fabuloso en su rudo y áspero Hec, ya desde su prodigiosa entrada en escena cargando a sus espaldas a un gran jabalí cazado, exhibiendo un arco de desarrollo sutil y muy bueno, un gruñón que deja entrever un corazón, pero sin caer en lo almibarado, un tipo con un gran carisma que inunda da la pantalla con un estupenda naturalidad. Julian Dennison como el inadaptado Ricky desborda encanto, ternura, con una vis cómica crepitante, con una evolución gradual que te llega, con una mirada limpia que deja entrever su inocencia y falta de cariño, curioso que siendo orondo no se acuda en momento a hacer chistes fáciles sobre su peso, posee una punzante química con Neill, entre los dos surgen momentos muy apreciables. Rima Te Wiata como la madre adoptiva Bella realiza un estimable trabajo, dotando de cariño y empatía a su rol. Rachel House como la asistente social Paula deja un muy fachoso personaje, exagerado, militarista (con su atuendo del ejército), marcial, prepotente, muy divertida, un rol que parece salido de un toon. Oscar Kightley como Andy, el compañero de Paula, es un gran complemento de inocentón manipulado por ella. Rhys Darby encarna a un demente paranoico “Psycho Sam”, lo hace de un modo delirante, un corto en si mismo su tramo, hilarante su alocada interpretación. Tioreore Ngatai-Melbourne como la encarnación del despertar sexual de Ricky resulta una delicia en su encanto nativo.