Formato | Idioma | Descargar |
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1080p Dual | Latino | Descargar |
Daddy's Perfect Little Girl Una niña de 12 años se pone celosa cuando su padre adoptivo desarrolla una relación incipiente con una mujer y su hijo adolescente.
Aves de presa Después de separarse de Joker, Harley Quinn y otras tres heroínas (Canario Negro, Cazadora y Renée Montoya) unen sus fuerzas para salvar a una niña (Cassandra Cain) del malvado rey del crimen Máscara Negra. Aves de presa Critica ¿Quién iba a sospechar que, casi veinte años después, la serie de televisión inspirada en un comic de DC más olvidada de la historia -obviando las que serían canceladas antes incluso de emitirse el episodio piloto- gozaría de una 2° oportunidad en el cine? Y no sólo cambiando su alineación original -tanto la televisiva como la de la versión en papel- sino convirtiendo a la contrincante de las fugaces 'Birds of prey' en su nueva, anárquica y enajenada líder. ¿Pero a quién le importa eso? Tal vez a los fans -si es que los hay- que todavía se acuerden de Mia Sara -la novia de Mathew Broderick en 'Todo en un día' (1986, John Hugues)- ejerciendo como el reverso civilizado (y sofisticado) de la parienta del Joker. La de Margot Robbie no ha sido la primera recreación en carne y hueso del personaje que la catapultó al estrellato, pero probablemente sí será la única que nos venga a la mente dentro de 10 o 15 años gracias a la involuntaria trilogía que se finiquitará con 'The Suicide Squad' (2021, James Gunn). La choni -y ex psiquiatra- más desequilibrada de Gotham City encabeza un grupo formado por Cazadora (Mary Elizabeth Winstead, la única por aquí que trata de hacerle sombra a Margot Robbie), Canario Negro (Jurnee Smollet-Bell) y la detective Renée Montoya (Rosie Pérez 'aka Perdita Durango', poniendo cara de haberse equivocado de rodaje) para proteger a la adolescente -¿y futura Batgirl?- Cassandra Cain (Ella Jay Basco) de las garras del batvillano Máscara Negra (Ewan McGregor) y un Victor Zsasz (Chris Messina) que tardará años en ser más ridiculizado que aquí. Así que, ¿es ésta otra película de Batman en la que no aparece Batman? Básicamente sí. Yo definiría 'Aves de presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn' (2020, Cathy Yan) como una fiesta de pijamas oficiada por superheroínas de garrafón, a la que el hombre murciélago no ha sido invitado, y con una capacidad para entretener lastrada de más altibajos que momentos épicos, donde las peleas de almohadas, los cupcakes de vainilla y los margaritas, el perro faldero de la tarada de tu mejor amiga o los cotilleos sobre novietes y rupturas sentimentales son reemplazados por más rupturas, peleas con bates y puños americanos, la hiena domesticada de tu mejor amiga, un inesperado atracón de polvo blanco y otra ronda de margaritas. No digo que vayas a arrepentirte por ir a verla, pero tampoco te perderás nada por ignorarla.
90 minutos en el cielo Tras un aparatoso accidente en el que es arrollado por un camión, dan por muerto a Don Piper. 90 minutos después del accidente, mientras un pastor rezaba por él, Piper regresó milagrosamente a la vida. ¿Qué pasó durante esos 90 minutos?
Archive 2038: George Almore está trabajando en una verdadera IA equivalente a la humana. Su último prototipo está casi listo. Esta fase sensible también es la más arriesgada. Especialmente porque tiene un objetivo que debe ocultarse a toda costa: reunirse con su esposa muerta
Darlings Badru espera que su colérico marido cambie si deja de beber. Pero cuando su rabia provoca una tragedia, su madre y ella ponen en marcha una audaz (aunque torpe) venganza....DarlingsCritica: pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Darlings
Guerra de novias Emma y Liv han sido desde siempre muy buenas amigas (de aquellas que se apoyan en todo, a las buenas y a las malas) y, desde su infancia, han soñado con casarse en junio en el Hotel Plaza de Nueva York. Una ilusión que van a poder compartir y planificar juntas, ya que sus peticiones de mano ocurren con poco tiempo de diferencia y sus bodas van a ser el mismo fin de semana. Un error administrativo, sin embargo, agrieta esta felicidad: las bodas han sido reservadas para el mismo día, y una de las dos va a tener que cambiar la fecha. Sin estar dispuestas a renunciar a su sueño, y utilizando todas las armas que tienen a su alcance, empezará entonces una feroz competición entre Liv y Emma para conseguir la reserva del Hotel Plaza.