Little Dixie Doc facilita una frágil tregua entre el Gobernador y un cartel, intercambiando indulgencia fiscal por finanzas. Cuando esta tregua se disuelve, Doc debe valerse por sí mismo y proteger lo único inmaculado en su vida: su hija, Little Dixie.
Emily en París Tras aceptar el trabajo de sus sueños en París, Emily Cooper, ejecutiva de marketing de Chicago, estrena una vida de aventuras mientras compagina trabajo, amistad y amor.
La madre del blues Las tensiones aumentan cuando la pionera Mother of the Blues y su banda se reúnen en un estudio de grabación de Chicago en 1927. Adaptado de la obra de August Wilson.
Miedo a la lluvia Una chica con esquizofrenia empieza a tener alucinaciones cuando cree que su vecino ha secuestrado a un niño. La única persona que le cree es Caleb, un chico que ni siquiera sabe si existe de verdad.
Matón: sangre de su sangre Durante las vacaciones de verano, Darius, de 14 años, explora los límites de su masculinidad debido a su tumultuosa relación con Malcolm, su estricto padre, y la creciente influencia del misterioso vagabundo Porter. Cuando Darius descubre la verdadera identidad de Porter, se ve inmerso en un conflicto entre estos dos hombres que puede destrozar su familia y amenazar su seguridad.
Ni un paso en falso Detroit, año 1954. Unos delincuentes de poca monta son contratados para robar lo que ellos creen que es un simple documento y será un trabajo fácil. Cuando su plan no sale como ellos esperaban, emprenden la búsqueda de quien los contrató y del propósito real para el que fueron contratados. Ni un paso en falso Critica No Sudden Move’, última película de Steven Soderbergh producida por HBO, destila cinismo, también una pizca de mala leche e irreverencia a la hora de radiografiar el entramado que tensiona el mundo del hampa, la delincuencia y los bajos fondos. Nos lleva a la ciudad de Detroit. Mediados de los cincuenta. La urbe vive años dorados gracias a la industria automovilística. Tiempos de expansión, oportunidades y crecimiento manando a borbotones, roto algunas décadas después por ese vocablo tan desagradable (en fondo y forma) denominado deslocalización.Dos malhechores de escaso lustre (Don Cheadle y Benicio del Toro) son contratados para retener a la familia de un empleado, mientras éste sustrae documentos de la empresa dónde trabaja. Desempeño rutinario que, cómo pueden imaginar, acaba complicándose. Sometidos a presión, el dúo protagonista pretende desenredar un entuerto que les viene grande, y de paso, sacar algo de tajada. Con estos mimbres, Soderbergh nos regala una brillante cinta, bebiendo del cine negro en su concepción más clásica.La película despliega un guión incisivo, al tiempo que su director pone la cámara al servicio de cadencias, encuadres, movimientos, planos y contraplanos con los que conforma una puesta en escena siempre estilosa. Una capacidad narrativa presente ya en su ópera prima ‘Sexo, mentiras y cintas de vídeo’ (Palma de oro en Cannes), que tocó cénit en la extraordinaria ‘Traffic’. Notable capacidad para mostrar, a lo largo de su dilatada filmografia, bajas pasiones y una larga lista de miserias humanas: desde las múltiples caras del narcotráfico; la capacidad destructora de la corrupción; los aromas de la traición; pasando por la tenacidad de grandes empresas y corporaciones para pasar por encima de lo que se interponga en sus oscuros objetivos.Y son de agradecer sus maneras poco edulcoradas y ligeras de moralina con las que cuenta historias. ‘No Sudden Move’ echa mano de actores habituales en las cintas de Soderbergh. Aún en pequeños cameos (cómo en el caso de Matt Damon y Ray Liotta), aportan consistencia a las diversas tramas que vertebran un relato complejo. Dónde las diversas aristas del poder exhiben su lado más oscuro y descarnado.