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720p Dual | Latino | Descargar |
El espía inglés Durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, el ingeniero Greville Wynne (Benedict Cumberbatch) se infiltra como espía en el MI6, servicio de inteligencia británico. Cuando la crisis de los misiles cubanos promete inclinar la balanza a favor del país soviético, Wynne comenzará a trabajar con la CIA para filtrar información sobre el plan que tienen en marcha los rusos y así evitar una catástrofe.
La profesora de parvulario Lisa Spinelli es una profesora de Staten Island que es inusualmente atenta con sus estudiantes. Cuando descubre que uno de ellos es un niño prodigio, se queda fascinada, y acabará arriesgando su vida familiar y su libertad para intentar que el niño desarrolle su talento... Remake de un aclamado film israelí.
Esto no es Berlín A las puertas de la Copa Mundial de Fútbol de 1986, Carlos, un chico de diecisiete años, está más interesado en escuchar música y admirar a Rita, la hermana de su mejor amigo, Gera. Su vida monótona termina cuando la banda gótica de Rita les introduce a un club nocturno clandestino, "El Azteca". Ambos quedarán embelesados con este mundo de performances, ambigüedad sexual y drogas. Sin embargo, en esta exploración de sus nuevas identidades, también se pondrá a prueba su amistad. Esto no es Berlín Critica En su quinto largometraje, cuarto de ficción, el realizador Hari Sama se sumerge en sus memorias y experiencias de su juventud en la ciudad de México de mitad de la década de los 80, en un retrato generacional intimista y personal.Carlos (Xabiani Ponce de León), es un joven que está saliendo al mundo, y junto a su amigo Gera (José Antonio Toledano) se adentran en el movimiento contracultural de los años ochenta de la ciudad de México, cuando juntos conocen un bar de la mano de Rita (Ximena Romo), hermana de Gera, y su banda.A partir de ahí ambos se sumergirán en un mundo hasta entonces desconocido, donde entre música y drogas explorarán y experimentarán su sexualidad, sus cuerpos, y demás nuevas experiencias en una ciudad afectada por el reciente terremoto y en plena efervescencia mundialista.Sama consigue volcar y plasmar sus recuerdos de una época convulsionada, a través de su mirada a su propia juventud en un relato donde logra evadir sentimentalismos nostálgicos, permitiéndose recrear y explorar los sitios donde fue aprendiendo y conociendo de la vida.Como una especie de coming of age convulsa, la película envuelve en su historia todo un retrato de una escena subterránea en la que los jóvenes se sumergían para, a través de la música o de diferentes performances, hacer sentir su voz, en un mundo cada vez más hostil que les ponía enfrente obstáculos inéditos, como fue en su momento la irrupción del SIDA, encontrando en diferentes expresiones artísticas esa necesaria válvula de escape.Un relato cálido y vibrante de una etapa de inflexión en un contexto convulsionado, que logra capturar notas de verdad en un momento en el que nada permaneció igual, logrando una correcta recreación de esos años sin necesidad de abusar de la nostalgia ni recurrir a la inútil moraleja y con un intenso trabajo de sus intérpretes.
La vida que queríamos Una pareja que se enfrenta a problemas de fertilidad ve cómo su matrimonio se pone a prueba en unas vacaciones en un centro turístico de Cerdeña. La vida que queríamos Critica El tratamiento de la maternidad, o para ser precisos, la imposibilidad de la misma que ofrece ‘La vida que queríamos’, producción original de Netflix dirigida por la debutante Ulrike Kofler, está embriagada de sutileza y buen gusto. Lavinia Wilson y Elyas M’Barek dan vida a un matrimonio vienés que anhela tener un hijo. Han pasado por varias fecundaciones in vitro, todas ellas infructuosas. Cada intento fallido alimenta esa ingrata sensación de fracaso que deja vía libre a la ansiedad.Poniendo tierra de por medio, la pareja toma unos días de descanso en un complejo de Cerdeña. Y cómo la felicidad depende de la predisposición personal, del estado de ánimo, los valores adquiridos y no tanto del entorno presuntamente paradisíaco en que uno se encuentre (geniales las reflexiones de Rafael Santandreu en el libro ‘Ser feliz en Alaska’) los días de asueto quedan lejos de suponer el bálsamo esperado.La presencia de una familia de turistas en el apartamento de al lado, otro matrimonio con un hijo adolescente y una niña de corta edad, va a trastocar las estructuras emocionales de los protagonistas. A partir de una escritura sencilla, buen ejemplo de lo compatible del recato argumental con la plasmación de ideas complejas, ‘La vida que queríamos‘ dibuja un retrato veraz acerca del extravío vital.La frustración, los reproches, la ausencia de chispa a causa el sentimiento de pérdida y la monotonía que se cierne sobre el futuro cuando las expectativas naufragan, se muestran con sensibilidad. Sin invocar al recurso facilón de lo trágico. Una aproximación a los sinsabores de la vida dónde se resaltan algunos de los condicionantes que nos rodean. Una incertidumbre y relativismo que dejan poco espacio para las ideas y creencias inamovibles. Wilson y M’Barek están a la altura de un drama intimista que llama a la reflexión.
Quiero que vuelvas Peter y Emma, de treinta y tantos años, se unen para sabotear las nuevas relaciones de sus ex y recuperarlos para siempre.
Stargate: El contínuo Mientras que el SG-1 participa en la ejecución de Baal, el último de los Señores del Sistema Goa'uld, Teal'c y Vala desaparecen inexplicablemente en el aire. Carter, Daniel y Mitchell corren de regreso a un mundo en el que ha cambiado la historia: el programa Stargate ha sido borrado de la línea de tiempo. A medida que tratan de convencer a las autoridades de lo que ha pasado, llega a la órbita una flota de naves nodrizas Goa'uld dirigida por Baal, su reina, Qetesh (Vala), y su primado, Teal'c. El SG-1 debe encontrar el Stargate y arreglar las cosas antes de que el mundo sea esclavizado por los Goa'uld.