X-Men: Fénix oscura Los X-Men se enfrentan a su enemigo más poderoso: uno de sus miembros, Jean Grey. Durante una misión de rescate en el espacio, Jean casi muere al ser alcanzada por una misteriosa fuerza cósmica. Cuando regresa a casa, esa radiación la ha hecho más poderosa, pero mucho más inestable. Mientras lucha con la entidad que habita en su interior, Jean desata sus poderes de formas que no puede controlar ni comprender. Jean cae en una espiral fuera de control haciendo daño a aquellos que más ama y empieza a destruir los lazos que mantienen unidos a los X-Men.X-Men: Fénix oscura CriticaSeamos breves. Igual de breves que el chispazo creativo que iluminó este proyecto. Quizás esta sea la película más intrascendente y menos trabajada de todas las nuevas de X-Men que han hecho: el conflicto es más simple que una alpargata y, lo peor, es más de lo mismo (mutantes contra humanos), pero rebajado, remezclado con una crisis de identidad simplona (la de Jean Grey) de las de toda la vida. Eso sí, es mejor que X-Men 3, pero es que aquella era fácilmente mejorable desde todos los puntos de vista.El guion de Fénix Oscura es flojo, se apaga rápido tras un inicio prometedor y fulgurante. Los personajes están pobremente desarrollados, solo son trazos de lo que habían sido en entregas anteriores, y los enemigos están ahí porque había que luchar contra alguien. Es curioso, pero ni siquiera los protagonistas interactúan con ellos (más allá de los mamporros, se entiende); en ningún momento sabemos bien quiénes son, qué buscan, etc. La épica brilla por su ausencia, aunque la escena del tren está muy bien rodada. La plantilla de actores es inmejorable, pero no se les saca jugo alguno a ninguno. Y, para rematarlo, la BSO de Hans Zimmer está desaprovechada: un tema central increíble al que no acompaña ninguna escena especialmente remarcable en lo visual.
Tu casa o la mía Debbie y Peter son muy amigos y muy distintos entre sí. Ella anhela la rutina con su hijo en Los Ángeles; él disfruta de una vida en constante cambio en Nueva York. Cuando intercambian casas y vidas durante una semana descubren que quizás lo que creen que quieren no es lo que realmente necesitan.
Noche de juegos Max y Annie son una pareja que forman parte de un grupo de amigos que queda todas las semanas para una noche de juegos organizada por uno de ellos. En una de esas noches Brooks (Kyle Chandler), el carismático hermano de Max, organiza un misterioso juego en el que sus amigos deberán resolver un asesinato con falsos matones y falsos agentes. Pero, cuando Brooks es secuestrado, los 6 jugadores comienzan a dudar sobre lo que es falso y lo que es real, y se ven inmersos en una noche caótica en la que deberán resolver el caso.
El Último Héroe Hace quince años, Andrei, bajo la tutela de su padre, el coronel Rodin, fue entrenado en una escuela secreta, donde los agentes eran preparados siendo adolescentes. Cuando el proyecto piloto fue cerrado, Andrei, se quedó en Europa y trató de olvidar su pasado.
Desafío total Rekall es una empresa que puede convertir los sueños en recuerdos reales, haciendo que la frontera entre realidad y memoria se difumine. Para Douglas Quaid (Colin Farrell) la idea de hacer un viaje mental que le proporcione recuerdos de una vida como superespía puede ser la solución perfecta para contrarrestar su frustrante vida. Lo malo es que el proceso sale mal, y Quaid se convierte en un hombre perseguido por los agentes de un estado totalitario. En su huida, se asocia con una combatiente rebelde (Jessica Biel) con el fin de encontrar al cabecilla de la resistencia clandestina (Bill Nighy). Mientras el destino del mundo pende de un hilo, Quaid descubre su verdadera identidad y su verdadero destino. Se inspira en el cuento "Podemos recordar por usted al por mayor" de Philip K. Dick.
El último desafío Thriller de acción sobre un cartel de la droga. Un narcotraficante escapa de la justicia y se refugia en México, pero la policía de un pequeño pueblo fronterizo y la torpeza de sus hombres ponen en peligro su libertad. El último desafío Critica Estamos sin duda ante una de las últimas oportunidades de ver en la gran pantalla al bueno de Arnold. Todos los que hemos crecido con sus películas nos vemos en la obligación de ver este film, aunque sea más por nostalgia de otra época que por esperar mucho de ésta. La cinta nos muestra la típica historia de policía veterano que está de vuelta de todo y busca la tranquilidad de un pueblecito perdido en el confín del mundo donde lo más emocionante es poner una multa y ocurre la típica situación ya manida de que el "malo" va hasta allí para tocarle los bemoles y acabar con su tranquila existencia. Aunque todos nos esperamos una película de acción lo cierto es que hasta el tramo final apenas lo hay y a mitad de la cinta la película toma un giro que la lleva a parecer más una comedia, con chistes que llegan a rozar lo absurdo, a lo que contribuyen los ayudantes del sheriff. En resumen una película para incondicionales del austríaco y para pasar un rato sin muchas pretensiones.