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1080p Dual | Castellano | Descargar |
Asesino de modelos Grace, una aspirante a modelo, está encantada de que el fotógrafo de moda Hunter Kelly la ayude a lanzar su carrera. Pero poco después, se revela la verdadera intención de Hunter de usarla como su próxima "estrella" en un sitio web sexy. Con valentía e ingenio, Grace ahora debe encontrar una manera de escapar antes de convertirse en la próxima víctima de asesinato modelo de Hunter. Inspirado en hechos reales.
La leyenda del jinete sin cabeza Durante la Guerra de Secesión Americana, un policía de Nueva York que utiliza avanzados métodos de investigación es enviado al pueblo de Sleepy Hollow para descubrir qué hay de verdad en la leyenda de un jinete sin cabeza que aterroriza a los habitantes del lugar. Una vez allí adopta la identidad de un profesor de escuela y se enamora de Katrina, que mantiene relaciones con uno de los hombres más conocidos del pueblo. Realidad y ficción se darán la mano en el momento menos pensado. La leyenda del jinete sin cabeza Critica Tim Burton es de esos poquísimos directores que saben combinar en una misma película los casi incompatibles géneros de comedia y terror, quizás junto a Sam Raimi y su Evil Dead 3 (El Ejército de las tinieblas) y algún otro director que se me escapa en estos momentos. Y es que la mano de Tim Burton se nota en "Sleepy Hollow". Su sello está por todas partes, en la ambientación gótica, en el equilibrio justo entre terror y dosis de humor negro, en la sensación de vértigo que provoca la película o en la actuación del propio Johnny Depp.Sin duda es una gran película, de lo mejor que le he visto a Tim Burton junto a "Eduardo Manostijeras", lástima de su cagada con el remake de "El planeta de los simios". Y es que el filme te cautiva desde el principio, la trama es sólida y está bien desarrollada, los efectos especiales son muy acertados y los actores lo hacen bien, especialmente Johnny Depp en un papel que le viene como anillo al dedo.
Hacker Benjamin, de 13 años, descubre que su madre no murió en un accidente como se lo hizo creer. El sendero conduce a funcionarios de alto rango en el Servicio Secreto Danés. "¡No confíes en nadie!", Le dicen.
Por la gracia de Dios Alexandre (Melvil Poupaud) vive en Lyon con su esposa e hijos. Por casualidad, se entera de que el sacerdote que abusó de él en un campamento de verano cuando era niño, sigue trabajando con menores. En busca de justicia, Alexandre se lanzará a un combate al que se unen François (Denis Ménochet) y Emmanuel (Swann Arlaud), otras víctimas del sacerdote, con el fin de liberarse de sus sufrimientos a través de la palabra. Pero las repercusiones y consecuencias de sus testimonios no dejarán a nadie indemne. Por la gracia de Dios Critica Cuando eres niño, el mundo de los adultos es un enigma indescifrable. Poco a poco vas aprendiendo cómo se comportan y lo que pretenden con sus conductas, porque una cosa es lo que proclaman y otra muy diferente es lo que en realidad hacen. Si tienes la mala fortuna de encontrar en tu camino a una persona que te somete a abusos físicos o sexuales, entonces cuesta expresar lo que pasa. Además, cuando lo que te ocurre tiene que ver con la sexualidad – un tabú donde se mezclan la curiosidad, el secreto, el sentimiento de culpa o el silencio de tus allegados – entonces te falta la capacidad para elaborar una respuesta fluida y natural con la que abordar esa tropelía. Quizás no sea ni lo peor ni lo más dañino que te pueda ocurrir durante la infancia, pero está claro que alguien (el abusador) ha cruzado una frontera y uno mismo (el abusado) no comprende lo que está aconteciendo. Y si, para colmo de calamidades, quien traspasa ese límite es un educador o una persona con autoridad, entonces podemos sucumbir al desánimo o la locura.Los abusos sexuales son una pegajosa y tupida tela de araña que nos atrapa y engulle. Negar los abusos es aberrante. Tratar de encubrir a los culpables es criminal. Y aunque este tema parezca reducirse a los desafueros cometidos – y ocultados – por la Iglesia Católica, no debemos olvidar que ni han sido los únicos ni, quizás, los más abundantes, aunque a buen seguro que dada su vocación salvífica y compasiva puedan – y deban – considerarse los más tóxicos y censurables. Pero también las familias deben cargar con su responsabilidad, al no haber escuchado y entendido lo que estaba pasando. Señalar sólo a los infractores es querer silenciar que hubo muchos cómplices que por comodidad o pereza optaron por hacer dejación de su obligación de estar junto a los más débiles y vulnerables: los vástagos.François Ozon nos propone una exhaustiva crónica sobre la incapacidad de la Iglesia – debido a un inapropiado concepto del perdón que los llevó a creer que los trapos sucios, por el bien de sus feligreses, debían purificarse, con disimulo y sin publicidad, entre bastidores – para encarar y atajar este lacerante asunto. Pero la omisión del deber de amparo y respeto hacia los perjudicados salpica más allá de los claustros y las abadías, facilitando con ello que los agravios se multiplicaran por el mero disimulo o inacción. Quizás la cinta resulte demasiado prolija y envarada, con unos diálogos redundantes y repetitivos, pero su excelente factura y su mirada clemente la convierten en un documento imprescindible para comprender que nunca es fácil encontrar soluciones sencillas a problemas complejos.
La corresponsal Marie Colvin (Rosamund Pike) fue una periodista reconocida mundialmente por su trabajo en distintos conflictos bélicos. Testigo de algunas cruentas batallas recientes, especialmente de lo sucedido en Oriente Medio, Colvin contaba con el respeto tanto de los lectores como de sus compañeros de profesión por su enorme valentía y humildad. Sin embargo, su personalidad era caótica y autodestructiva: abusaba del alcohol y su vida personal era, un auténtico desastre. Tras recibir el impacto de una granada en Sri Lanka, comienza a llevar un distintivo parche en el ojo mientras se sienta a tomar martinis rodeada de la alta sociedad londinense a la que tanto aborrece, hasta que un día recibe el más peligroso de todos los encargos, que acepta junto a su también prestigioso fotógrafo de guerra, Paul Conroy (Jamie Dornan). Juntos viajan a Siria para cubrir lo que sucede en la ciudad de Homs, donde aprenderá el verdadero coste de la guerra, tanto física como psicológicamente.
Morir en un tiroteo Ben, un joven obsesionado con la muerte y propenso a las peleas, se enamora de Mary, la hija del enemigo de su padre al más estilo de Romeo y Julieta. Ambos jóvenes comparten el deseo por liberarse de la estricta vida en la que sus padres les han encerrado y la pasión que sienten el uno por el otro hace explotar la situación. Por la lucha para estar juntos, se enfrentarán a una industria plagada de espionaje corporativo y rivalidad entre sus padres.