Dredd En un futuro cercano, Norteamérica se ha convertido en un páramo asolado por la radiactividad. Una única y gran megalópolis se extiende a lo largo de la costa este: Mega City 1. Esta inmensa y violenta urbe cuenta con una población de más de 800 millones de personas, cada una de las cuales es un infractor en potencia. Los encargados de acabar con el caos e imponer el orden son unos individuos que actúan a la vez como agentes de la ley, jueces, jurados y verdugos. Al frente de ellos está Dredd (Karl Urban), una leyenda viva de la justicia que vive entregado por entero a hacer cumplir la ley. En una misión aparentemente rutinaria junto a Cassandra Anderson (Olivia Thrilby), una juez novata dotada de grandes habilidades psíquicas, se disponen a investigar un homicidio en un peligroso rascacielos de 200 pisos de altura, controlado por el clan de la despiadada Ma-Ma (Lena Headley).
Sharp Objects Después de pasar un breve tiempo en un hospital psiquiátrico, la reportera Camille Preaker debe regresar a su pequeña ciudad natal para cubrir los asesinatos violentos de dos chicas preadolescentes. Durante años, Camille apenas ha hablado con Adora Crellin, su madre neurótica e hipocondríaca y con Amma, su media hermana una joven a quien apenas conoce. Instalada en su antiguo dormitorio en la mansión victoriana de su familia, Camille pronto se encuentra identificándose con las jóvenes víctimas. Atrapada por sus propios demonios, debe de desentrañar el rompecabezas psicológico de su propio pasado si quiere obtener la historia y encontrar al culpable de los crímenes. Sharp Objects Critica "Heridas abiertas" no es una serie apta para todo el mundo, de ahí su encanto. Amy Adams, Patricia Clarkson y Eliza Scanlen, excelentes en su trabajo como actrices, conforman el centro neurálgico de ese pueblo paranoico y asfixiante que es Wind Cup. Ellas, cada una en su ámbito, representan lo peor del ser humano: Adora es la hipocresía y la demencia hecha persona, Camille es el dolor más absoluto, dolor sólo aliviado con cantidades industriales de alcohol y Amma es la bipolaridad, tan angelical y débil como macabra y perversa.Las tres, protagonistas activas de la historia, están envueltas en un entorno tan siniestro como ellas. Vickery, el policía, que inspira cualquier cosa menos confianza, Jackie, la ex amiga de Adora, un personaje tan estrambótico y frívolo que nunca sabes cuales son sus verdaderas intenciones y Alan, el padre de Amma y marido de Adora, un ser que pulula por la casa, escucha música y claudica ante su mujer. Además de ellos, aunque sin tanta importancia, también están las -abusonas- ex compañeras de colegio de Camille o las amigas de su madre, todas igual de zumbadas que el resto.En medio de todo esto, el detective Richard Willis y Frank Curry, el jefe de Camille, suponen un aire fresco en ese ambiente tan viciado. Para Camille, el primero es el antídoto de su dolor y de su miedo a desnudarse física y mentalmente, y el segundo es la voz de la protección y el cariño.La edición es un acierto. Otro más. Escenas y escenas que suponen recuerdos atosigadores, recuerdos imborrables, y el silencio en gran parte del metraje nos da la sensación de soledad que sufre Camille. De una manera sutil pero muy inteligente, desde el principio nos muestran a Camille a cara descubierta, con esos primeros planos, no así a su madre, a la que en los primeros episodios aparece como un animal esquivo, al que no ves ni mucho ni bien. Y tras el final, recuerdas como Amma ha ido enseñando la patita desde el principio, pero de una manera tan ingeniosa que no le prestaste atención.Los últimos capítulos son brutales, en los que se nos va cayendo el pañuelo de los ojos. Podías imaginarte que Adora escondía algún secreto e incluso podías dudar en algunas cosas de Amma, pero jamás lo que realmente es. Durante el capítulo final, la cena familiar es brillante: Alan, como siempre, sólo es un monigote, y mientras Amma, con un rictus espantoso, va soltando ese discurso se produce la mejor escena de la serie, con ese cruce de miradas entre Camille y Adora. Esas miradas que rezuman miedo, amenaza y hasta odio.La escena final consiguió dejarme boquiabierto y con los brazos en alto, absolutamente asombrado, pero las escenas entre y post créditos me dieron miedo y hasta me dejaron con un mal rollo importante. Muy pocas películas y series han conseguido impactarme tanto.Si "Feud" y "Big Little Lies" fueron las series de 2017, puedo concluir sin temor a equivocarme, a pesar de estar a mitad de año, que "Heridas abiertas" es la serie de 2018.
Buckskin Ambientada en 1820, un cazador de pieles tejano viaja al misterioso bosque Buckskin con la esperanza de salvar a un niño perdido. Una vez allí, Wesley Porter debe enfrentarse a los demonios de su pasado y sortear las trampas de los nativos salvajes para llevarse a él y al joven a casa con vida.
CSI: Cyber Nueva serie de la saga CSI, protagonizada por la agente especial Avery Ryan que dirige la División de Delitos Cibernéticos del FBI. El personaje de Ryan (Arquette), que está inspirado en la ciberpsicóloga Mary Aiken, apareció en dos capítulos de 'CSI: Las Vegas' en 2014.
Samurái X: El fin Himura Kenshin es un espadachín legendario que ha dejado de matar gente con su espada. En cambio, usa una espada de filo desafilado. Intenta vivir una vida pacífica con Kaoru, quien dirige una escuela de esgrima en su aldea. El pasado de Kenshin lo alcanza y causa la destrucción del restaurante Akabeko, que era el lugar favorito de Kenshin para comer. Allí, encuentra una nota con la palabra 'Jinchuu'.
El violín de mi padre A través de su dolor compartido y conexión con la música, una niña huérfana se une a su tío violinista exitoso y emocionalmente distante.